DE HÉROE NACIONAL A PERSONAJE VERGONZANTE Y CONDENADO POR UN TRIBUNAL.
Pero nada más lejos de la realidad. El científico, que llegó a ser tratado como un héroe en su país, fue recompensado con millones de dólares para que continuara con su línea de investigación, hasta que un año después se destapó el escándalo. Tras descubrirse que parte de los óvulos utilizados en los trabajos procedían de becarias del departamento, resultó que las imágenes tampoco parecían corresponderse con los datos reales. La Universidad de Seúl inició una investigación en la que se hallaron fallos muy graves en los procedimientos y en las pruebas, además de datos falsos. De las once líneas de células madre derivadas a partir de embriones clonados, el comité demostró que nueve eran claramente falsas. Hwang fue expulsado de la universidad y su laboratorio cerrado.
Tras la exhautiva investigación llegó el juicio, y el científico fue acusado de apropiación indebida de fondos públicos y privados, y de violación de la ley sobre bioética. Condenado a dos años de cárcel por un tribunal de Seúl, no llegó a ingresar en prisión, pero permaneció tres años bajo vigilancia.
Tras el escándalo, la revista Science, que retiró ambos artículos después de confirmarse el fraude,anunció que reforzaría sus mecanismos de control. Hwang, cumplida su condena, lejos de abandonar la carrera científica, siguió investigando en el campo de la clonación animal. Veterinario de formación, en 2005 sí clonó con éxito un perro, Snuppy. Parece que los datos publicados entonces en Nature sí fueron verídicos.
