4/25/2018

Madame de Pompadour





En 1745, apenas un año después de ser presentada al rey Luis XV de Francia, a Jean Antoine Poisson le concedieron el titulo de marquesa de Pompadour. Desde mucho antes, ella gobernaba Francia. Su imperio duró casi dos décadas. Realizo coaliciones y firmo acuerdos, instigo conflictos, promulgo leyes que se gestaron siguiendo al pie de la letra sus deseos. Utilizo la firma del rey de la misma manera y con igual naturalidad con que usaba sus argumentos reales para revolcarse con aquel real asno, de quien se había convertido en amante principal. Le fascino no solo con sus encantos físicos, sino también intelectuales, lo que no deja de ser un merito teniendo en cuenta que el rey era de conversacion escasa y , mentalmente, de luces mas bien moderadas. Ella protegió a Voltaire y propicio la publicación de La Enciclopedia, que llevaba implícitas las ideas disolventes que poco tiempo después acabarían con el predominio de la nobleza y el poder absoluto de la monarquía, pues era una obra que contenía el germen revolucionario que concluyo, en 1789, tomando forma de guillotina.
  Madame de Pompadour apoyaba las artes y las ciencias, mientras jugaba entre las sabanas del rey se dejaba acariciar el oído por los filósofos enciclopedistas en los salones palaciegos. La belleza de esta mujer excepcional se reflejaba, en los ángulos abigarrados y magníficos de la corte.


Pompadour murió en 1764 de tuberculosis a los 42 años, logrando que su libidinoso amante soltara algunas lágrimas al paso del cortejo fúnebre mientras lo observaba desde una terraza de palacio. Seguramente, de haber vivido lo suficiente, la poderosa amante de Luis XV, que tuvo amigos muy interesantes (Voltaire a su muerte dijo "...era una de los nuestros...") habría terminado con el cuello debajo de la Guillotine, el invento que acabo con Luis XVI (nieto del amante de esta extraordinaria mujer) con su esposa María Antonieta, y con casi toda la nobleza francesa de la que apenas quedo algún que otro duque vivo

Madame de Pompadour pasó casi veinte años al lado de Luis XV y aunque a los cinco años sus problemas ginecológicos acabaron con su intimidad consiguió mantenerse al lado del rey como amiga, consejera y confidente.