7/04/2018

CLAVES PARA ESTUDIAR 16

LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE: LAS TUMBAS

·-¿Cómo se preparaban los egipcios para la vida después de la muerte?
Desarrollaron la momificación, un método para evitar que los cadáveres se descompusieran, después, guardaban a la momia en un sarcófago rodeado de un ajuar con todo aquello que podría necesitar en laotra vida, por último eran enterrados en tumbas con pasadizos para impedir el robo.Las más grandes eran las de los faraones, ejemplo: Las pirámides de Gizeh.

·- Describe los tipos de tumbas.
Mastaba:- Tumba más antigua
              - Exterior: forma de prisma con las paredes inclinadas
              - Interior: cámara subterránea a la que se accedía por un pozo.
Pirámide:- Tumba en la que se enterraban los faraones durante el Imperio Antiguo.
              - Exterior: forma de pirámide.
              - Interior: cámara funeraria a la que se llegaba a través de una red de pasadizos y trampas.
Hipogeo:- Tumba subterránea excavada en el interior de una montaña.
              - Exterior: no se ve, la tumba quedaba disimulada para evitar los saqueos.
              - Interior: cámara funeraria.
             

CLAVES PARA ESTUDIAR 15

                                              LA RELIGIÓN: DIOSES Y TEMPLOS

·-¿Qué significa que la religión egipcia era politeista?. Pon ejemplos.
Significa que creían en muchos dioses, por ejemplo Ra, Amón o Atón era su dios principal (Sol), pero tambien tenían a Osiris, Isis, Horus.

·-¿Por qué los egipcios construían templos y realizaban ritos religiosos?
Era imprecindible que cada dios contara con un templo en el que guardar su estatua y realizar el rito religioso que creían eran necesarios para mantener el equilibrio del universo.


Rodrigo y "La Cava".


 Los visigodos eran un pueblo germánico que al establecerse en España se adjudicó dos tercios de las tierras y la mitad de las casas, con lo que no les fue del todo mal pese a ser inmigrantes. Cuando llegaron, la población hispano-romana de la península estaba bastante más avanzada culturalmente de lo que ellos hubieran supuesto. En las provincias en las que la romanización había sido intensa, respetaron la manera de organizarse que tenían los lugareños, sus usos y costumbres y su religión

Por aquellos tiempos, lo que hoy es España era una tierra que veía llegar por un lado a los visigodos y por otro a los árabes, todos ellos dispuestos a quedarse. También existía una numerosa población de judíos, que bajo el reinado de Sisebuto  (  rey de los visigodos, primavera de 612 – febrero de  621) tuvo que elegir entre largarse o recibir el bautismo. En el levante abundaban los griegos, sirios y gentes que procedían del Norte africano, dedicados al comercio. Los hispanos-romanos, que eran católicos, no se entendían demasiado bien con los germanos, que eran arrianos, y los matrimonios entre ellos no solo estaban mal vistos, sino prohibidos por la ley.
  En este escenario, más bien complicado, tiene lugar una relación con visos de leyenda, que ha pasado a la historia sin que sepamos muy bien cual es la verdad del asunto. La intriga  está protagonizada por Rodrigo (o Roderico) el último rey godo de España, y Florinda "La Cava", un apodo despectivo que significa prostituta, pues así fue como los historiadores árabes denominaron a la joven que desencadenó una batalla que cambiaría el curso de la historia 

La Cava, llamada así por los árabes, había salido con sus doncellas por los jardines de su residencia cuando decidió darse un baño sin percatarse de que Don Rodrigo la contemplaba. La visión de la bella joven «abrasóle» al monarca que, obsesionado acabaría por forzarla. «Florinda perdió su flor, el rey padeció castigo», señala el Romancero Español que achaca a este ultraje el posterior desastre en la batalla de Guadalete y el fin del reino visigodo: «De la pérdida de España / fue aquí funesto principio».
«La Cava», acabó contándole a su padre por carta su agravio o este se enteró por boca de otros, según quién lo cuente. Furioso, Don Julián, facilitó la entrada en la península de las tropas de Táriq ibn Ziyad, el general musulmán de Muza que en el verano de 711 venció a las huestes de Don Rodrigo en la batalla del río Guadalete.
De Don Rodrigo se ignora su suerte tras la contienda. Unos dicen que murió a manos de Táriq, otros que se ahogó en el Guadalete, pero nunca se encontró su cuerpo, lo que dio pie a más leyendas. Hay quien asegura que huyó a la actual Portugal, donde se convirtió en ermitaño, y que yace en Viseo. Una lápida supuestamente hallada en el lugar nombra a «Rudericus ultimus rex gothorum», según se recogió en la Primera Crónica de Alfonso X. El final más legendario lo recogen el romancero que cuenta que acabó sus días sepultado vivo con una culebra que le torturaba y le devoró el corazón.  
A Don Julián la mayoría de los relatos lo citan muerto a manos de los musulmanes, que desconfiaban de un traidor, pero ¿qué fue de Florinda? Una leyenda dice que murió «loca de dolor y de vergüenza» en el torreón de Toledo, o ahogada junto a él en el Tajo, en el mismo paraje donde Don Rodrigo la viera desnuda.
 
                                                                              El sustrato histórico

La Isla Misteriosa.


Un hombre con un detector de metales: Graham Vickers; un objeto que llama su atención, un artilugio de plata para la escritura y el descubrimiento de que ese objeto es solo la punta del iceberg. Lo que escondía la superficie eran los restos de un asentamiento anglosajón en Little Carlton, cerca de Louth, en Linconlshire, Inglaterra. Investigadores de la Universidad de Sheffield señalaron que la morfología del lugar se ha ido modificando, pero que en el siglo VIII podía ser una isla que sirvió como centro monástico o como enclave comercial hasta ahora desconocido. El hallazgo arqueológico, que ha sido descrito por los responsables de la investigación posterior como uno de los más importantes de las últimas décadas en el país, comenzó en 2011, cuando Vickers pasó su detector de metales por la superficie. A partir de ese momento, los investigadores encontraron muchos más objetos: broches, alfileres para vestidos, una tableta de plomo con letras grabadas y varias monedas de plata.
Graham Vickers