Asesinos en serie:
El término fue acuñado, en la década de los 70, por Robert. K.
Ressler1,
perfilador del FBI. Por aquella época, asesinatos como los de
“El hijo de Sam”2
en Nueva York, eran denominados “asesinatos de extraños”,
término no muy apropiado, porque a veces los asesinos si conocen a
sus víctimas. Nos referimos a ellos, cuando existen más de tres
víctimas con un periodo de enfriamiento entre las muertes.
El hijo de Sam |
El asesino en serie no mata con
frecuencia. Quieren estar seguros cuando cometen un crimen, no
sienten la necesidad de matar a menudo, mientras tengan recuerdos de
sus víctimas (ropas o joyas) para revivir el crimen. Suelen fijarse
en personas extrañas a él, pero similares en género, fisico, edad
u ocupación. En EE.UU. se ha llegado a calcular en un momento
dado de 35 a 50 asesinos en serie. Alrededor de una docena son
detenidos cada año.
La planificación es fruto de sus
fantasías que suelen desarrollarse y ampliarse durante años, hasta
que explotan y se expresan abiertamente. Normalmente el asesino
vigila una zona, buscando a alguien que encaje con sus fantasías. La
edad, el aspecto, la profesión, el peinado o el estilo de vida son
elementos que influyen en la elección.
Clasificaciones
Para la Criminología es muy
importante saber diferenciar cada tipo de agresor y sus motivaciones,
y ha habido una gran variedad de intentos de clasificar a los
asesinos en serie. Estas clasificaciones proporcionan un primer paso
hacia la compresión de la variedad de estos asesinos y tienen valor
en el sentido que indican las posibilidades de diferentes
etiologías3.
También pueden aclarar los diferentes motivos de los delincuentes o
las relaciones víctima-agresor, los cuales puede tener implicaciones
jurídicas, así como implicaciones para la gestión y la condena de
los delincuentes.
La clasificación más citada de
asesinos en serie es la empleada por el FBI, que los divide en
organizados desorganizados y argumenta que las características de la
personalidad de los delincuentes pueden determinarse a partir de la
información extraída de la escena del crimen Holmes y Holmes
(1998). Su modelo es el resultado de la labor futura llevada a cabo
en el modelo propuesto por Holmes y DeBugger 4(1985),que
dividía a los asesinos en dos grandes grupos, con diferentes
subtipos:
1 Asesinos en serie orientados por
el acto:
El visionario: usualmente un
psicótico que mata movido por alucinaciones visuales o auditivas que
le ordenan hacerlo. Sufren una ruptura con la realidad.
El misionario: alguien que pasa
desapercibido por su apariencia, pero que actúa con la “misión”
de eliminar a ciertos grupos de personas porque cree que son malas
para la sociedad. Vive en el mundo real e interactúa con él a
diario.
El arropiero |
2 Asesinos en serie orientados por el proceso:
El tipo hedonista orientado
hacia la comodidad: No sólo obtiene placer con la muerte
sino también ganancias materiales. Son asesinos profesionales cuya
captura es especialmente difícil.
El tipo hedonista orientado hacia
la lujuria: asocia el placer sexual con la muerte, le excita
el sexo mientras esta asesinando y la necrofilia.
El tipo hedonista orientado hacia
el control y el poder: su motivo principal es el control
completo de otro ser humano hasta la muerte, su conducta puede tener
componente sexual.
El tipo hedonista orientado hacia
la emoción: consigue su orgasmo cuando mata.
Los autores reconocieron que algunos
agresores poseen características y comportamientos de más de un
tipo.
Canter y Wentink (2004),
presentan algunas reticencias a esta clasificación y plantean
algunos cuestionamientos al procedimiento para desarrollar su
clasificación.