SARGÓN DE AKKAD |
Obra de Sargón es también la construcción de una nueva capital para su imperio, Akkad, y la instauración de un sistema imperial para dominar los territorios conquistados, según el cual gobernadores acadios dirigen la vida de las ciudades sometidas. También el acadio desplaza al sumerio como lengua oficial.Sin embargo, fueron constantes las revueltas y sublevaciones de los pueblos sometidos, una característica que se repetirá a lo largo de todo el periodo imperial acadio. La unificación bajo un mando único de tan vastas regiones se tradujo en un gran desarrollo económico y artístico, abriéndose al comercio nuevos mercados y llegando a la región nuevas materias primas. La glíptica y la metalurgia alcanzaron gran desarrollo, la última especialmente gracias a la invención o perfeccionamiento de la técnica de la cera perdida. El sostenimiento del aparato imperial se apoya ahora en la divinización del gobernante. Sargón y sus sucesores son adorados por el pueblo como deidades, probablemente por influencia egipcia, lo que podemos apreciar en la estela de Naram-Sin. Precisamente con este gobernante el imperio acadio alcanzó aun mayor tamaño, pues él mismo se denominaba "rey de las cuatro regiones del mundo". Sin embargo, a finales de su gobierno encontramos ya síntomas de una irreversible decadencia, marcada por las luchas sucesorias.
De esta situación de debilidad se aprovechará un pueblo extranjero, los guti, llegados de los Montes Zagros del occidente iraní. Estos, en la segunda mitad del siglo XXII a.C., arrasarán Akkad, debilitada por una rebelión de los antiguos estados sumerios, y se instalarán en el norte de Mesopotamia durante los siguientes cien años. El periodo de dominio de los guti apenas deja rastros, más allá de algunas inscripciones y monumentos. Con todo, el respeto y veneración por el legado acadio y, en especial, la referencia a Sargón, serán una constante en Mesopotamia durante muchos siglos después de su caída.