4/01/2018

Cayo Verres 120-43 a.C.

                            LA CODICIA QUE PUSO A SICILIA AL BORDE DEL DESASTRE.


Verres, hijo de un hombre que acabaría también acusado de corrupción, llegaría a ser  una de las personificaciones más aborrecibles de la depravación de los últimos años de la República de Roma. Fue nombrado administrador de un cónsul, y cuando estalló la guerra civil utilizó su influencia para desviar fondos del ejército. En el año 80 a.C. fue elegido cuestor del cónsul Cneo Cornelio Dolabela y con él pudo dar rienda suelta a su pasión de coleccionar objetos de arte, saqueando templos para aumentar su colección. Cuando Dolabela fue juzgado por extorsión, Verres presentó pruebas para que lo condenaran y como recompensa fue perdonado por sus propios crímenes.


En el 74 a.C. fue nombrado gobernador de Sicilia. Era una zona próspera que Verres hundió. Cuando moría algún rico siciliano, utilizaba a uno de sus jueces corruptos para sacar tajada de la herencia. Si algún juez se oponía a esta práctica, aparecía muerto. Suprimió un sistema de regadío muy eficiente, arrojando a los campesinos a la pobreza, y convirtío lo que había sido una próspera nación comercial en una incapaz de alimentar a sus ciudadanos.

Se le acabó la suerte cuando le obligaron a volver a Roma por las quejas de los sicilianos. Aunque intentó salir bien parado de su juicio a base de sobornos, al final fue condenado al exilio.Tras su exilio, se escribieron cinco libros donde se explicaban con todo lujo de detalles los crímenes de Verres.

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