DÉCIMO BRUTO
De los dos "Bruto" que participaron en la conspiración este es al que probablemente peor ha tratado la historia.
Bruto pasó su juventud en Roma en compañía de Publio Clodio Pulcro y Marco Antonio. Era hijo de Sempronia, hija de Sempronio Tuditano, y Décimo Junio Bruto que fue cónsul en el año 77 a. C. Bruto fue adoptado por Aulo Postumio Albino, era familiar de Julio César y tuvo un papel muy relevante en la guerra de las Galias. Permaneció siempre al lado del Dictator. Es posible que los celos ante Marco Antonio tuviesen mucho que ver en los motivos por los que decidió formar parte de la conspiración. Décimo se consideraba mejor militar y, era más fiel a César. Marco Antonio había provocado alguna rebelión entre las legiones y varios altercados y escándalos en Roma. Sin embargo, César le seguía teniendo más en cuenta que a Décimo en todas sus decisiones. En los nombramientos póstumos del Dictator, Marco Antonio logró acceder al consulado, mientras que Décimo tan solo obtuvo un destino como gobernador de provincia.
Cuando César dudó si ir a la sesión del Senado debido al mal presentimiento que tenía su esposa Calpurnia. Décimo Junio Bruto persuadió a César para que acudiera ridiculizando los malos presentimientos de la esposa. Según el historiador Nicolás de Damasco, fue el tercero en apuñalar a César, clavándole el arma en el costado.
Tras los Idus, Décimo Bruto ocupó la plaza como gobernador que le había concedido el mismo hombre al que ayudo a asesinar y empezó a reclutar su propio ejército. Cuando el Senado le exigió que entregara su provincia a Antonio, se negó. Antonio respondió a este acto de provocación declarando enemigo público a Bruto. Antonio derrotó a Décimo Bruto y retomó el control de la provincia. El senado, dominado por Cicerón, envió a Octavio en auxilio de Décimo Bruto pero una vez liberado del asedio, Octavio se negó a unir fuerzas contra el enemigo común. Bruto decidió abandonar su propio ejercito y huir a Macedonia, donde esperaba unirse a Bruto y Casio. Falleció asesinado en mitad de aquel viaje a manos de un líder tribal galo, antiguo colaborador de Julio César, le cortó la cabeza y se la envió como presente a Marco Antonio en el verano del 43 a.C.
De los dos "Bruto" que participaron en la conspiración este es al que probablemente peor ha tratado la historia.
Bruto pasó su juventud en Roma en compañía de Publio Clodio Pulcro y Marco Antonio. Era hijo de Sempronia, hija de Sempronio Tuditano, y Décimo Junio Bruto que fue cónsul en el año 77 a. C. Bruto fue adoptado por Aulo Postumio Albino, era familiar de Julio César y tuvo un papel muy relevante en la guerra de las Galias. Permaneció siempre al lado del Dictator. Es posible que los celos ante Marco Antonio tuviesen mucho que ver en los motivos por los que decidió formar parte de la conspiración. Décimo se consideraba mejor militar y, era más fiel a César. Marco Antonio había provocado alguna rebelión entre las legiones y varios altercados y escándalos en Roma. Sin embargo, César le seguía teniendo más en cuenta que a Décimo en todas sus decisiones. En los nombramientos póstumos del Dictator, Marco Antonio logró acceder al consulado, mientras que Décimo tan solo obtuvo un destino como gobernador de provincia.
Cuando César dudó si ir a la sesión del Senado debido al mal presentimiento que tenía su esposa Calpurnia. Décimo Junio Bruto persuadió a César para que acudiera ridiculizando los malos presentimientos de la esposa. Según el historiador Nicolás de Damasco, fue el tercero en apuñalar a César, clavándole el arma en el costado.
Tras los Idus, Décimo Bruto ocupó la plaza como gobernador que le había concedido el mismo hombre al que ayudo a asesinar y empezó a reclutar su propio ejército. Cuando el Senado le exigió que entregara su provincia a Antonio, se negó. Antonio respondió a este acto de provocación declarando enemigo público a Bruto. Antonio derrotó a Décimo Bruto y retomó el control de la provincia. El senado, dominado por Cicerón, envió a Octavio en auxilio de Décimo Bruto pero una vez liberado del asedio, Octavio se negó a unir fuerzas contra el enemigo común. Bruto decidió abandonar su propio ejercito y huir a Macedonia, donde esperaba unirse a Bruto y Casio. Falleció asesinado en mitad de aquel viaje a manos de un líder tribal galo, antiguo colaborador de Julio César, le cortó la cabeza y se la envió como presente a Marco Antonio en el verano del 43 a.C.
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