2/17/2018

El veneno.

Revestir sabe el vino los tugurios peores
de un lujo milagroso,
y hacer surgir un bello pórtico fabuloso
de entre rojos vapores,
igual que un sol de oro en un cielo brumoso.

El opio lo hace todo desvaído, ilimitado
hasta la infinidad;
ahonda en el tiempo, y a la voluptuosidad
le da un placer cansado;
colma el alma por encima de su capacidad.

Mas todo eso no vale el veneno vertido
por tu verde mirada,
lago donde mi espíritu se refleja invertido ...
Mis sueños han bebido
en el amargo pozo de tus ojos, amada.

Todo ello no vale ese placer nefando
que tu saliva vierte,
y me hunde en el olvido, y mi alma pervierte
mientras la va arrastrando
desfallecida a las riberas de la muerte.

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