El entusiasmo de Felipe II por el Bosco.

Felipe II fue uno de los coleccionistas más entusiastas de las obras de El Bosco, y el contenido religioso y satírico de su pintura fue determinante para que una gran mayoría acabara en El Escorial. En 1574 llegaron algunas de sus obras más importantes, como la versión escurialense del Carro de Heno, la Mesa de los Pecados Capitales, la Adoración de los Magos, Cristo con la cruz a cuestas y varias Tentaciones de San Antonio. En 1593 se sumaron a la colección cuadros procedentes de la almoneda de Fernando de Toledo, hijo del duque de Alba y Gran Prior de la Orden de San Juan, como el Jardín de las Delicias o la Coronación de espinas.

Aunque Ambrosio de Morales o Felipe de Guevara revelaron aspectos interesantes para la interpretación moralizadora de estas pinturas, será el fray José de Sigüenza el que mejor y más extensamente exprese en su Fundación del Monasterio de El Escorial(1602) que la obra no era herética sino una "sátira de los pecados y desvaríos de los hombres", poniendo de manifiesto la crítica a los vicios y costumbres de la sociedad del momento, tan acorde al sentir de Felipe II. Además del original del Cristo con la cruz a cuestas y de la versión del taller de la Coronación de espinas, se exhibe restaurado el ejemplar escurialense del Tríptico del carro de heno, tras su reciente restauración, cuyos resultados han permitido reubicar la obra dentro del género de composiciones alegóricas y satíricas que el artista realizó en estrecha colaboración con su taller familiar. Junto a las tablas, se muestra la extraordinaria tapicería conocida como Disparates del Bosco o Caprichos de Bruegel. Los cuatro tapices titulados El jardín de la delicias, El carro del heno, Las tentaciones de san Antonio y san martín y Los Mendigos fueron tejidos en Bruselas entre 1550 y 1570, con hilos de oro, plata y seda. La llegada de la serie a la corte madrileña sigue siendo un enigma, pero ha quedado confirmada su procedencia de la colección del cardenal Antoine Perrnot Granvelle y refrendado el relevante papel que desempeñó en el ceremonial cortesano durante el reinado de Felipe IV.