Solemos asociar las demencias a la pérdida progresiva de memoria, pero de acuerdo con un etudio realizado también debería alertarnos que alguien de nuestro entorno se tronche habitualmente sin justificación, los investigadores llegaron a esta conclusión tras entrevistar a familiares y amigos de pacientes con alzhéimer o con demencia frontotemporal, la más frecuente entre personas de entre cincuenta y sesenta años.
Los encuestados declararon que los enfermos empezaron a reírse exageradamente de incidentes cotidianos poco graciosos- o incluso dramáticos- nuevos años antes, como mínimo, de que la enfermedad neurodegenerativa se manifestase con los síntomas típicos.
(estudio realizado por la University College de Londres)
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