2/16/2018

El destino de Lampagia.

Cuando el valí de la Cerdaña, Uzmán ibn Abi Nessa, decidió desvincularse de Córdoba, la capital de al-Andalus, Odón de Aquitania vio su oportunidad. Tanto el valí bereber como el duque aquitano compartían la preocupación por la creciente pujanza de sus vecinos: la concentración de poder en manos de Carlos Martel, mayordomo de palacio de Austrasia, y de los emires de Córdoba, aún dependientes de los califas de Damasco, no auguraba nada bueno. Los enemigos comunes crean extraños compañeros de cama y el pacto entre ambos se selló con un matrimonio, el de Lampagia, la hija de Odón, con Uzmàn, a quienes las fuentes cristianas llamaban Munuza. La unión de una cristiana aquitana y un musulmán bereber quizá sorprende más a nuestra visión de la época que a sus contemporáneos. Pero la alianza no fue bien vista ni en Austrasia ni en Córdoba, que no tardaron en enviar sus ejércitos para castigar lo que percibían como una traición de sus colaboradores.¿El resultado? Odón se sometió al poder austrasiano, la cabeza de Uzmán fue enviada a Damasco en salmuera y Lampagia, al parecer, acompañó a los restos de su efímero marido en su viaje a Siria, donde acabó sus días en el harén del califa.

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