Entre los siglos VIII y X, el reino de asturias fue el mejor ejemplo peninsular de la efervescencia cultural europea, legándonos uno de los conjuntos de arquitectura altomedieval mejor conservados de todo el continente.
SANTA CRISTINA DE LENA
A 35 kilómetros al sur de Oviedo se encuentra Santa Cristina de Lena, iglesia de planta de cruz griega y reducidas dimensiones que cuenta con un asombroso iconostasio de piedra que reproduce la típica ventana dividida en tres partes, destinada a separar el espacio para los fieles y para los oficiantes.
SAN JULIÁN DE LOS PRADOS
A la entrada de Oviedo se encuentra la iglesia de San Julián de los Prados, también conocida como de Santullano, la edificación prerrománica más generosa en cuanto a sus dimensiones. La amplitud de su espacio se ve iluminada por frescos del siglo IX que se extienden por sus paredes; estos constituyen una de las escasas muestras de representaciones pictóricas prerrománicas.
SANTA MARÍA DEL NARANCO
El gren icono del arte prerrománico asturiano es Santa María del Naranco, una construcción que, aunque pronto sería destinada a funciones de carácter religioso, haber sido concebida para funciones palatinas; de hecho hay quienes sotienen que pudo haber acogido el Aula Regia del rey Ramiro I (790-850). Este edificio, fechado en 842, se encuentra en la ladera del Monte Naranco, una de las elevaciones orográficas que rodean Oviedo, capital del reino asturiano desde el reinado de Alfonso II El Casto.
El repertorio de edificaciones religiosas y civiles que se construyeron en el Reino de Asturias durante la agitada Alta Edad Media europea sería incorporado al listado de bienes pertenecientes al Patrimonio Mundial de la Unesco en diciembre de 1985. Desde entonces, la nómina de monumentos prerrománicos asturianos que forman parte de este selecto grupo se ha ido ampliando hasta conformar un atractivo y cuidado patrimonio de una época apasionante de la Historia
SANTA CRISTINA DE LENA
A 35 kilómetros al sur de Oviedo se encuentra Santa Cristina de Lena, iglesia de planta de cruz griega y reducidas dimensiones que cuenta con un asombroso iconostasio de piedra que reproduce la típica ventana dividida en tres partes, destinada a separar el espacio para los fieles y para los oficiantes.
SAN JULIÁN DE LOS PRADOS
A la entrada de Oviedo se encuentra la iglesia de San Julián de los Prados, también conocida como de Santullano, la edificación prerrománica más generosa en cuanto a sus dimensiones. La amplitud de su espacio se ve iluminada por frescos del siglo IX que se extienden por sus paredes; estos constituyen una de las escasas muestras de representaciones pictóricas prerrománicas.
SANTA MARÍA DEL NARANCO
El gren icono del arte prerrománico asturiano es Santa María del Naranco, una construcción que, aunque pronto sería destinada a funciones de carácter religioso, haber sido concebida para funciones palatinas; de hecho hay quienes sotienen que pudo haber acogido el Aula Regia del rey Ramiro I (790-850). Este edificio, fechado en 842, se encuentra en la ladera del Monte Naranco, una de las elevaciones orográficas que rodean Oviedo, capital del reino asturiano desde el reinado de Alfonso II El Casto.
El repertorio de edificaciones religiosas y civiles que se construyeron en el Reino de Asturias durante la agitada Alta Edad Media europea sería incorporado al listado de bienes pertenecientes al Patrimonio Mundial de la Unesco en diciembre de 1985. Desde entonces, la nómina de monumentos prerrománicos asturianos que forman parte de este selecto grupo se ha ido ampliando hasta conformar un atractivo y cuidado patrimonio de una época apasionante de la Historia
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