A Verne le gustaban los juegos de palabras y uno de sus favoritos era que los protagonistas de sus novelas escondieran una pequeña clave. Uno de ellos -el hombre que dio La vuelta al mundo en 80 días- era Philleas Fog. No era casualidad, porque Fog en inglés significa "niebla" y él perteneció a la sociedad de La Niebla, una sociedad secreta formada por lo más granado de la intelectualidad y la ciencia francesa. Algunos creen que parte de la soberbia anticipación de sus libros procede de ahí. No parece claro que esto fuera así, pero lo cierto es que no deja de ser llamativo que una de las personas que formaban parte de esta sociedad, y cuyo poder dentro era muy grande, era Jules Hetzel, el editor y segundo padre de Julio Verne.
A este grupo pertenecían hombres como el escritor Alejandro Dumas o el pintor Nicolas Poussin. Este grupo, vinculado originalmente a la masonería, creía en la fuerza de la alquimia -corriente medieval que creía poder convertir el barro en oro- pero de acuerdo con una visión más moderna según la cual la transformación y la modernización de la sociedad vendría cambiando la mente de las gentes. Todos los miembros de este grupo luchaban por ese ideal y sus pensamientos tuvieron una gran influencia en diferentes corrientes políticas y sociales de la época. La influencia de ese grupo también llegó a España y se puede ver en diferentes obras arquitectónicas como los jardines de Aranjuez. y es que el origen del grupo se remonta a mucho tiempo atrás.
Pero la pertenencia o no de Verne a este grupo es uno de los múltiples enigmas de la vida de este hombre que, pese a la exactitud de algunas de las informaciones que se encuentran en De la Tierra a la Luna, siempre negó que tuviera la capacidad de ver el futuro. Pero los enormes parecidos de la nave que soñó, la Columbia, con la que después consiguió la proeza de llegar a la Luna, son poco menos que sobrecogedores. Quizá el secreto de todas sus informaciones está en las 21.000 cuartillas con anotaciones que fue escribiendo a lo largo de su vida..., pero quemó esas notas antes de morir y se llevó el secreto a la tumba.
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